LUCHEMOS POR LA JUSTICIA
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EL MUNDO ES UN DESASTRE TOTAL

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Mensaje  Admin Lun Oct 27, 2008 9:42 pm

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https://www.dailymotion.com/related/682239/video/x3lncq_les-pales-etapes-de-lhistoire-de-la_politics
https://www.dailymotion.com/related/682239/video/xitav_raide-de-la-police-en-civil-lors-du
https://www.dailymotion.com/related/6048890/video/x505x7_armee-nationale-populaire-algerienn_music
https://www.youtube.com/watch?v=aVtK5qM3gA0
https://www.youtube.com/watch?v=zs3lX7lU2Uk
https://www.youtube.com/watch?v=z5ZKdmh_pvA &feature=related
https://www.youtube.com/watch?v=oJfqdGz2qco &feature=related
https://www.youtube.com/watch?v=Lu2QQYcpXTg
https://www.youtube.com/watch?v=dJ5Hk21iO6Q &feature=related
https://www.youtube.com/watch?v=5hhsbkpvbdo &NR=1
https://www.youtube.com/watch?v=rz7UNxnOI3M &feature=related
http://www.aporrea.org/ddhh/n110352.html
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EL MUNDO ES UN DESASTRE TOTAL Empty LA PERDIDA DE UN SUEÑO IMPERIAL

Mensaje  Admin Lun Oct 27, 2008 10:25 pm

La pérdida de un sueño imperial
Michael Schwartz
Tomdispatch
https://www.youtube.com/watch?v=rNQRfBAzSzo &feature=related
Introducción de Tom Engelhardt.
https://www.youtube.com/watch?v=mFiGs15Pix8
El tsunami que se produjo en el Océano Índico en 2004 [1], con sus 225.000 o más muertos en un total de once países, conmocionó al mundo; por eso, en las últimas semanas ha ocurrido lo mismo con la devastación causada por el poderoso ciclón (y maremoto) que sacudió el Delta del Irrawaddy en Myanmar. Como resultado, al menos 78.000 muertos (más de 56.000 desaparecidos) [2] y una exhibición de empecinamiento por parte de su junta militar, preocupada únicamente por su propia seguridad mientras su pueblo perece. De forma parecida, un devastador terremoto en la provincia china de Sichuan, que alcanzó los 7,9 grados en la escala Richter y cuyos temblores se sintieron a más de 1.500 kilómetros , ha irrumpido en las noticias. El recuento de víctimas va ya por las 51.000 [3], además de cifras desconocidas de ciudadanos chinos enterrados aún bajo los escombros o aislados en zonas rurales, lo que hace que, hasta el momento, resulte imposible calcular la cifra total de damnificados. Se estima, además, que cinco millones de personas se han quedado sin hogar [4].

Estos son desastres naturales impactantes, que resultan incluso difíciles de asimilar, frente a los que cabe hacerse una pregunta razonable: Si en términos de daños, cualquiera de ellos alcanza la continuada devastación provocada por el hombre (o, expresándolo en términos más exactos, provocada por la administración Bush) en Iraq. Peor aún, porque al contrario que un desastre natural, la catástrofe iraquí no parece tener fin. Nadie puede siquiera adivinar cuándo podrá decirse que ese país está a punto de emprender una etapa de reconstrucción. Muy al contrario, los daños y perjuicios no paran de aumentar una miserable semana tras otra y, en efecto, como ha ocurrido con frecuencia durante el pasado año, Iraq continúa teniendo problemas hasta para entrar en la lista que los medios de comunicación estadounidenses elaboran sobre las diez situaciones más importantes [5] en las que suelen centrar su atención.

Precisamente esta semana, las tropas iraquíes se trasladaron al inmenso y castigado suburbio de Ciudad Sadr, al este de Bagdad, tras semanas de feroces combates. Las primeras descripciones de los daños –en los últimos meses, el poder aéreo estadounidense ha dejado caer con toda regularidad sus obsequios sobre ese depauperado barrio marginal densamente poblado- son devastadoras: “Cuando entré en la barriada”, escribe Rahim Salman [6] de Los Angeles Times Online, “la destrucción, tras semanas de combates, era horrible. La mayoría de las tiendas y puestos callejeros están destruidos. Las puertas están arrancadas de sus goznes. Las ventanas destrozadas. Los muros están acribillados de agujeros de bala. Algunos edificios fueron destruidos por los misiles”.

Lo terrible es que todo Iraq no es sino una zona devastada. Desde los primeros ataques de la operación “conmoción y pavor” sobre Bagdad, cuando empezó la invasión de la administración Bush en marzo de 2003 –que sólo produjo víctimas civiles [7]-, seguida inmediatamente de bombardeos, ataques con misiles, con obuses e incluso con bombas de racimo en zonas urbanas, a la vez que el ejército invasor estadounidense se adueñaba del norte, la muerte, el caos y la destrucción han encarnado el maremoto de la administración Bush en Iraq. Se estima que hay, por ahora, 4,7 millones de iraquíes [8] refugiados en otros países o internamente desplazados y, dependiendo de qué estudio o cifras se utilicen, de cientos de miles a un millón, o más, de iraquíes han muerto a lo largo de los últimos cinco años. Por otra parte, no hay forma de medir el estrés mental y la angustia que esos años han infligido a los iraquíes.

El New York Times recogía recientemente el trabajo psiquiátrico desarrollado en el hospital psiquiátrico de Ibn Rushid [9] en Bagdad [*], que no cuenta más que con un equipamiento desesperadamente anticuado para atender a una marea de humanidad herida y atormentada, y que ha devenido en un armatoste exhausto del que han huido siete de los once psiquiatras del equipo –hacia zonas kurdas en el norte o al extranjero- por temor a ser asesinados o secuestrados. En algunos de los hospitales y universidades de Bagdad, el equipo ha quedado reducido en un 80%. La economía está hecha polvo; la autoridad gubernamental apenas existe; las enfermedades no paran de extenderse; el sistema sanitario está en ruinas; partes importantes de las clases medias se han marchado; las milicias lo controlan todo; y aún, en medio de esta catástrofe inmensa y espantosa, la administración Bush se obstina inflexiblemente en seguir su rumbo [10].

Recientemente se ha vertido mucho desprecio sobre la junta militar de Myanmar, pero, en todo lo que se refiere a poner de forma recalcitrante los propios intereses frente al bienestar de inmensas masas de almas desesperadas, el Presidente, el Vicepresidente y los altos cargos estadounidenses han demostrado ser una junta planetaria de primer orden. En todas las cuestiones relativas a Iraq, hasta este mismo día, siguen defendiendo obstinadamente los resultados de la versión humana del terremoto de 7,9 grados que han desencadenado en ese país.

Volviendo a enero de 2005, al abordar el tsunami del Océano Indico, Rebecca Solnit [11] escribió: “De alguna manera puede decirse que lo sucedido en Iraq es un tsunami que se ha dejado sentir a quince mil kilómetros del epicentro de un terremoto en Washington DC, un terremoto en la política y en los principios, que allá lejos ha devastado vidas, medio ambiente y ciudades sin cuento…” Pero esta no ha sido precisamente una imagen popular en los medios dominantes estadounidenses; y por eso, en semanas recientes, nadie ha pensado siquiera en relacionar nuestro desastre iraquí en curso con los desastres naturales en Asia, ni los actos de la junta birmana con los de nuestros propios dirigentes en relación a Iraq. Después todo, estamos en gran medida habituados, y por lo general ni nos inmutamos, frente a todo el daño del que somos actualmente responsables.

Y, en efecto, como Michael Schwartz señala, es previsible que continúe la resistencia iraquí a los deseos y designios de Bush. Esta clase de resistencia viene existiendo cuando menos desde que los campesinos católicos de España –los fundamentalistas sunníes de su época- resistieron y finalmente derrotaron al ejército de Napoleón, el mejor en la Europa de su tiempo. Y si juzgamos por las famosas series de aguatintas de Francisco de Goya “Los Desastres de la Guerra ” [12], igual que no querrían encontrarse con esos campesinos en un callejón, tampoco desearían verse frente a frente con muchos de los combatientes de la resistencia en el Iraq actual.

Schwartz, cuyos originales e inteligentes análisis de Iraq forman parte desde hace tiempo de Tomdispatch, ha construido ahora a partir de todo ese trabajo un nuevo libro impactante: “War Withouth End” [13], que aparecerá publicado pronto. El artículo que se expone a continuación trata de cómo una nación de 26 millones de seres se las arregla para resistir frente a la “única superpotencia del planeta” –y del precio que paga por ello- y está entresacado de las conclusiones del libro mencionado.
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EL MUNDO ES UN DESASTRE TOTAL Empty 2ºLA PERDIDA DE UN SUEÑO IMPERIAL

Mensaje  Admin Lun Oct 27, 2008 10:27 pm

El río de la resistencia

De cómo el sueño imperial estadounidense fracasó en Iraq

Michael Swartz

El 15 de febrero de 2003, los ciudadanos de a pie de todo el mundo se lanzaron a las calles para protestar contra la inminente invasión de Iraq por George W. Bush. Las manifestaciones tuvieron lugar tanto en grandes como en pequeñas ciudades, incluida una reducida pero enérgica protesta en la Estación McMurdo [14], en la Antártida. Hasta 30 millones de personas, que se temían la inminente catástrofe, participaron en lo que Rebecca Solnit [15], esa apóstol de la esperanza popular, denominó como “la mayor y más extendida protesta colectiva que el mundo ha presenciado”.

La valoración que a primera vista podría hacerse de la historia de esta notable protesta planetaria es que constituyó un fracaso sin parangón, ya que la administración Bush, menos de un mes después, ordenó a las tropas estadounidenses que cruzaran la frontera kuwaití y se encaminaran hacia Bagdad.

Y todo ello ha sido en gran medida olvidado, o mejor dicho, borrado de la memoria oficial y de los medios. Pero la protesta popular se parece más a un río que a una tormenta; sigue fluyendo hacia nuevas zonas, llevando trozos de su anterior vida hacia otros reinos. Raras veces conocemos sus consecuencias hasta que muchos años después, con un poco de suerte, prosigue finalmente su serpenteante camino. Al dirigirse a todos los que protestaban en aquel mayo de 2003, sólo un mes después de que las tropas estadounidenses entraran en la capital iraquí, Solnit ofreció lo siguiente [16]:

“Probablemente nunca lo sabremos, pero parece que la administración Bush tomó una decisión contra la saturación de bombardeos sobre Bagdad en la operación “Conmoción y Pavor”, porque le dejamos claro que el coste sería muy alto en relación con la opinión pública mundial y el descontento civil. Quizá nosotros, millones, pudimos haber salvado unos pocos miles o unas pocas decenas de miles de vidas. El debate global sobre la guerra retrasó lo más duro de la carnicería durante meses, meses en que quizá muchos iraquíes tuvieron tiempo de ser conscientes de la situación, de hacer evacuaciones, de prepararse para la masacre”.

Cualquiera que sea la conclusión última sobre ese inesperado momento de protesta, una vez empezada la guerra aparecieron otras formas de resistencia –principalmente en el mismo Iraq- que resultaron también inesperadas. Y sus efectos sobre los objetivos más amplios de los planificadores de la administración Bush pueden localizarse más fácilmente. Piensen en esto: En una tierra del tamaño de California pero con 26 millones de habitantes, un variado conjunto de seres humanos, baazistas, fundamentalistas, antiguos militares, sindicalistas, laicos democráticos, líderes tribales locales y clérigos políticamente activos –aún con habituales peleas-, consiguieron desbaratar sin embargo los planes de la autoproclamada Nueva Roma, la “hiperpotencia” y el “sheriff global” del Planeta Tierra. Y eso, incluso en una primera valoración de la historia, puede probar sin duda que representa un hecho histórico.

Desaparecido en Combate el Nuevo Siglo Americano

Resulta difícil ya hasta recordar la visión originaria que George Bush y sus altos funcionarios tenían de cómo la conquista de Iraq iba a desarrollarse como un mero episodio más de la Guerra Global del Presidente contra el Terror. Tenían claro en sus mentes que la invasión iba a conseguir una victoria veloz, a la que seguiría la creación de un estado clientelista que albergaría cruciales y “perdurables” bases militares estadounidenses [17] [**] desde las que Washington pensaba proyectar su poderío por todo eso que les gusta denominar como “el Gran Oriente Medio”.

Además, Iraq iba rápidamente a convertirse en un paraíso del libre comercio, repleto de petróleo privatizado que iba a fluir a tarifas de record hacia los mercados mundiales. Al igual que fichas de dominó que van derrumbándose, Siria e Irán, intimidadas por tal demostración del poder estadounidense, seguirían el ejemplo de Iraq bien mediante nuevas actuaciones militares o porque sus regímenes –y los de hasta 60 países [18] por todo el mundo- serían conscientes de la inutilidad [19] de resistirse a las demandas de Washington. Finalmente, el “momento unipolar” de la hegemonía global estadounidense que el colapso de la Unión Soviética había iniciado se extendería a un “Nuevo Siglo Americano” [20] (junto con una Pax Republicana generacional en casa)-.

Por supuesto que esta visión hace tiempo que ha desaparecido y ha sido en gran medida gracias a la inesperada y tenaz resistencia de todo tipo existente dentro de Iraq. Esta resistencia se integra de muchos más elementos que la inicial insurgencia sunní y ha puesto en entredicho la que Donald Rumsfeld [21] denominó orgullosamente como “la mejor fuerza militar sobre la superficie de la tierra”. Pero no parece haber nadie tan imprudente como para sugerir que, en todos sus niveles sociales y a costa de inmensos sacrificios personales, el pueblo iraquí ha frustrado los designios imperiales de una superpotencia.

Por ejemplo, consideren la inmensa variedad de formas en que los sunníes iraquíes resisten la ocupación de su país desde casi el momento en que se vio claramente la intención de la administración Bush de desmantelar completamente el régimen baazista de Saddam Hussein. Faluya, la ciudad mayoritariamente sunní, al igual que otras comunidades por todo el país, formó espontáneamente un nuevo gobierno basado en estructuras locales clericales y tribales. Como muchas de esas ciudades, se evitó lo peor del saqueo posterior a la invasión estimulando la formación de milicias locales que hicieran de policía de la comunidad. Irónicamente, la orgía de saqueos que se produjo en Bagdad fue, al menos en parte, consecuencia de la presencial militar estadounidense, que impidió la creación allí de ese tipo de milicias. Sin embargo, finalmente, las milicias sectarias llevaron una pizca de orden incluso a Bagdad.

En Faluya y en otros lugares, esas mismas milicias se convirtieron pronto en instrumentos eficaces para reducir, y –durante un tiempo- eliminar, la presencia del ejército estadounidense. Durante buena parte del año, enfrentados con los IEDs [siglas en inglés de artefactos explosivos de fabricación casera] y con las emboscadas de los insurgentes, el ejército estadounidense declaró a Faluya “zona imposible”, se retiró a sus bases en las afueras de la ciudad e interrumpió las incursiones violentas por las barriadas hostiles. Esa retirada se repitió en muchas otras ciudades y pueblos. La ausencia de patrullas de las fuerzas ocupantes salvó a decenas de miles de “sospechosos de pertenecer a la resistencia” de la frecuente violencia mortal de las irrupciones y asaltos a las casas, y a sus familiares de que les destrozaran sus hogares y les detuvieran a voluntad.

Incluso la más exitosa de las aventuras militares de EEUU durante ese período, la segunda batalla de Faluya de noviembre de 2004, podría también considerarse, desde una perspectiva muy diferente, como un acto triunfal de la resistencia. Debido a que era necesario que EEUU reuniera para llevar a cabo la ofensiva a una proporción importante de sus brigadas de combate (incluso transfiriendo tropas británicas desde el sur para que realizaran labores logísticas), se abandonaron muchas otras ciudades. Y gran parte de esas ciudades utilizaron ese respiro del ejército estadounidense para establecer, o consolidar, gobiernos autónomos o casi autónomos y milicias de defensa, dificultando en gran medida el control de la ocupación.

Por supuesto que la misma Faluya fue destruida [22], con el 70% de sus edificios convertidos en escombros y decenas de miles de sus habitantes en desplazados permanentemente, un sacrificio inmenso que tuvo el inesperado efecto de eliminar durante un tiempo las presiones contra otras ciudades iraquíes. En realidad, la ferocidad de la resistencia en las zonas predominantemente sunníes de Iraq obligó al ejército estadounidense a esperar casi cuatro años antes de renovar sus esfuerzos iniciales de 2004 para pacificar la bien organizada resistencia sadrista en las zonas predominantemente chiíes del país.

La Rebelión de los Trabajadores del Petróleo

En otro escenario completamente distinto, consideren los sueños de la administración Bush de aprovechar la producción petrolífera iraquí [23] para sus ambiciones políticas exteriores. Los objetivos inmediatos, según los veían los planificadores estadounidenses, eran doblar la producción anterior a la guerra y empezar el proceso de transferencia del control de la producción de propiedad estatal a las compañías extranjeras. Tres importantes iniciativas energéticas diseñadas para conseguir esos objetivos se han visto totalmente frustradas por la resistencia desde todos los segmentos de la sociedad iraquí. Los bien organizados trabajadores iraquíes del sector petrolífero jugaron un papel clave en estas acciones, utilizando su capacidad para llevar la producción a un punto de estancamiento que abortara la operación –sólo unos pocos meses después de que EEUU derrocara el régimen de Sadam Husein- de transferir el sureño puerto petrolífero de Basora a manos de la Kellogg Brown and Root , filial entonces de Halliburton.
Este y otros actos precoces de desafío laboral retrasaron el asalto inicial sobre el sistema de producción petrolífera bajo control gubernamental iraquí. Esos actos prepararon también los cimientos de los esfuerzos sucesivos para impedir el paso a las políticas petrolíferas conformadas en Washington y diseñadas para transferir el control de la exploración y producción energética a compañías extranjeras. A los esfuerzos de los trabajadores del petróleo se unieron grupos sunníes y chiíes de la resistencia, gobiernos locales y, finalmente, el nuevo parlamento nacional.

Esa misma clase de resistencia se extendió frente a todo el conjunto de reformas liberales patrocinadas por la Autoridad Provisional de la Coalición (APC) bajo control estadounidense. Por ejemplo, desde el principio de la ocupación hubo protestas contra el desempleo masivo causado por el desmantelamiento del estado baazista y la clausura de las industrias de propiedad estatal. Gran parte de la resistencia armada fue una respuesta a la pronta y violenta represión de esas protestas por parte de los ocupantes.

Pero más significativos aún fueron los esfuerzos locales para reemplazar los discontinuos servicios gubernamentales de la APC. Los mismos quasi gobiernos locales que habían nutrido las milicias trataron de sostener o sustituir los programas sociales baazistas, desviando a menudo el petróleo destinado a la exportación al mercado negro a pagar los servicios locales y acumular recursos locales como la producción eléctrica. El resultado sería la creación de virtuales ciudades-estado allá donde las tropas estadounidenses no estaban presentes, impidiendo que la ocupación pudiera “pacificar” ninguna parte sustancial del país.

El movimiento sadrista y la milicia del Ejército del Mahdi del clérigo Muqtada al-Sadr fueron probablemente los que más éxito tuvieron –y los más contrarios a la ocupación- de entre los partidos y milicias que buscaban desarrollar sistemáticamente organizaciones cuasi gubernamentales. Trataron de solucionar, aunque fuera de forma mínima, algunas de las necesidades básicas de sus comunidades, suministrando cestas de comida, servicios de alojamiento y tratando de cubrir otras funciones previamente prometidas por el gobierno baazista, pero de las que habían renegado la ocupación estadounidense y el gobierno iraquí que EEUU instaló cuando “transfirió” la soberanía en junio de 2004 [24].

Los ocupantes estadounidenses esperaban que sus planes para la rápida privatización y transformación de la economía estatal generaran sin duda resistencias, pero estaban convencidos de que éstas remitirían rápidamente una vez que la nueva economía se pusiera en marcha. En cambio, según iba avanzando la ocupación, las demandas de ayuda se hicieron más estridentes e insistentes, mientras el país mismo, hundido en el caos y cercano al colapso, veía cada vez pruebas más patentes del fracaso de las políticas de “libre mercado” de la administración Bush.

Una Agenda Iraquí de Retirada

Los funcionarios de la ocupación se enfrentaban con el mismo dilema en el reino de la política. El objetivo original de la administración Buh era instalar un gobierno estable y favorable a Washington, despojado de todo dominio político y económico sobre la sociedad iraquí, pero que conformara un bastión de resistencia ante el poder regional iraní. Esta idea, como las relativas al sector económico y al militar, hace tiempo ya que desaparecieron bajo el peso de la resistencia iraquí.

Tomemos, por ejemplo, las dos importantes elecciones iraquíes, festejadas en los medios dominantes estadounidenses como un logro único de la administración Bush en el, por otra parte, implacablemente autocrático Oriente Medio. Sin embargo, dentro de Iraq había una opinión harto diferente. Es importante recordar que, inicialmente, EEUU planeaba mantener un gobierno suyo directo – la Autoridad Provisional de la Coalición- hasta que el país estuviera completamente pacificado y las reformas económicas completadas. Cuando la APC se convirtió en el odiado símbolo de la indeseada ocupación, cambiaron los planes y llegaron a la idea de instalar un determinado gobierno iraquí a partir de reuniones comunitarias a las que sólo podrían asistir los partidarios de la ocupación. Las elecciones generales se retrasaron hasta asegurar que los ganadores fuesen quienes apoyaban la agenda de Bush. Un estallido de protestas desde las zonas mayoritariamente chiíes del país, dirigidas por el Gran Ayatola Ali al-Sistani, obligó a los administradores de la APC a cambiar a una estrategia basada en elecciones.

Las primeras elecciones, celebradas en enero de 2005, dieron como resultado una considerable mayoría parlamentaria elegida desde programas que pedían calendarios estrictos para una retirada militar total estadounidense del país. Los representantes estadounidenses procedieron entonces a presionar, con contundencia, al recién instalado gabinete para que abandonara esa posición.
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Mensaje  Admin Lun Oct 27, 2008 10:28 pm

Las segundas elecciones parlamentarias, en diciembre de 2005, siguieron una pauta similar. En esta ocasión, el regateo entre bastidores fue eficaz sólo parcialmente. El recién instalado primer ministro, Nuri al-Maliki, incumplió las promesas de su campaña apoyando públicamente una presencia militar estadounidense continuada, lo que causó profundas fisuras en la coalición gobernante. Después de un año de improductivas negociaciones, los 30 sadristas en el parlamento, originariamente partes clave de la coalición gobernante de Maliki, se retiraron tanto de la coalición como del gabinete en protesta ante la negativa del primer ministro a fijar una fecha para el fin de la ocupación. El gobierno y los funcionarios estadounidenses ignoraron posteriores peticiones parlamentarias para fijar una fecha cierta de retirada. Mientras Maliki continuaba en su puesto sin tener la mayoría parlamentaria, la controversia contribuyó a que aumentara la popularidad de los sadristas y a que disminuyera el apoyo hacia los demás partidos chiíes en el gobierno.

A principios de 2008, con la amenaza de elecciones provinciales en noviembre, había pocas dudas de que los sadristas iban a barrer en la lucha por el poder en muchas de las provincias de mayoría chií, y más especialmente en Basora, la segunda ciudad mayor de Iraq y el centro neurálgico petrolífero del sur. Para impedir esta debacle, las tropas del gobierno iraquí, apoyadas y aconsejadas por el ejército estadounidense, trataron de expulsar a los sadristas de las zonas importantes de Basora [25].

Esta utilización de la fuerza militar para impedir una derrota electoral fue sólo uno de los muchos indicios de que el gobierno iraquí estaba sintiendo la presión de la opinión pública. Otro fue la desgana del primer ministro Maliki a mantener una postura antagónica con Irán. A pesar de los fervientes esfuerzos de la administración Bush, su gobierno ha promovido relaciones económicas, sociales y religiosas entre iraquíes e iraníes. Esto incluyó facilitar las visitas a las ciudades santas de Kerbala y Nayaf de cientos de miles de peregrinos chiíes iraníes, así como el apoyo a amplias transacciones petrolíferas entre Basora y firmas iraníes que incluían la distribución y servicios de refinado con el propósito de integrar las dos economías energéticas. Las autoridades estadounidenses vetaron una relación militar formal entre los dos países, pero esto no hizo que la corriente de cooperación diera marcha atrás.

El Río de la Resistencia

Mientras la ocupación seguía adelante, la administración Bush se encontró a sí misma nadando contra una ola de resistencia de un tipo antes inimaginable y cada vez más lejos de sus objetivos. Hoy, ciudades y pueblos por todo el país están en gran medida bajo el dominio de milicias chiíes o sunníes que, incluso aunque estén entrenadas o financiadas por la ocupación, siguen oponiéndose militantemente a la presencia estadounidense. Además, aunque la postrada economía iraquí ha sido formalmente privatizada, esas milicias locales –así como los dirigentes políticos con los que trabajaban- continúan exigiendo que el gobierno financie amplios programas de desarrollo económico y reconstrucción.

El liderazgo político formal de Iraq, enclaustrado dentro de la muy fortificada y controlada por EEUU Zona Verde de Bagdad, sigue obedeciendo públicamente todo lo que se refiere a los planes de la administración Bush de transformar Iraq en un puesto de avanzada en Oriente Medio, lo que implica la presencia continuada de tropas estadounidenses en una serie de megabases [26] construidas en el corazón del país. El resto de la burocracia gubernamental y la inmensa mayoría de las organizaciones de base insisten cada vez más en una pronta fecha de salida de los estadounidenses y en una reversión total a gran escala de las políticas económicas introducidas por la ocupación.

En Washington, tanto para los políticos demócratas como para los republicanos, la idea del puesto de avanzada permanece en el corazón de la agenda política para Iraq de las elecciones de este año, junto con una economía liberal que promueva un sector petrolífero modernizado en el que las firmas multinacionales se dispondrían a utilizar tecnología de vanguardia para maximizar la paralizada producción petrolífera del país.

Sin embargo, la resistencia iraquí, de todo tipo y en todos los niveles, ha impedido que esta visión se convierta en realidad. Porque ha sido y es gracias a los iraquíes que toda la grandilocuencia de la Guerra Global contra el Terror se ha transformado en una desesperada guerra sin fin.

Pero los iraquíes han pagado un precio espantoso por esa resistencia. La invasión y las políticas sociales y económicas que la acompañaron han destruido Iraq, dejando a su pueblo en estado de indigencia absoluta. En los primeros cinco años de esta guerra inacabable, los iraquíes han sufrido más por resistir que si hubieran aceptado y soportado el dominio económico y militar estadounidense. Hayan sido o no conscientes de ello, se han sacrificado a sí mismos para impedir la proyectada marcha militar y económica de Washington por el Medio Oriente rico en petróleo camino hacia un Nuevo Siglo Americano al que no se llegará ya nunca.

Ya pasó el momento en que el resto del mundo tenía al menos que sostener una pequeña porción de la carga de la resistencia. Eso ocurrió cuando las protestas mundiales de antes de la guerra conformaron las fuentes río arriba de la futura resistencia, por eso serían ahora otros, especialmente los estadounidenses, quienes se resistirían ante la misma idea de que Iraq pudiera convertirse alguna vez en el cuartel general de una presencia permanente de EEUU que, en palabras del autor de los discursos de Bush David Frum [27], “pondría a EEUU más enteramente a cargo de la región que cualquier otra potencia desde los tiempos de los otomanos o quizá incluso desde los romanos”. Después de todo, y al contrario que los iraquíes, los ciudadanos de los EEUU están únicamente tomando posiciones para enterrar ese sueño imperial por los siglos de los siglos.

NOTAS:

Enlaces con artículos referidos por los autores:

[1] http://en.wikipedia.org/wiki/2004_Indian_Ocean_earthquake

[2] http://ap.google.com/article/ALeqM5iy-MfhL N9Q7MwtQ1VlrvexLjr2dAD90P9DG00

[3] http://news.bbc.co.uk/2/hi/asia-pacific/7414249.stm

[4] http: http://seattletimes.nwsource.com/html/nationworld/2004428062_china21.html

[5] http://www.journalism.org/node/11130

[6] http://latimesblogs.latimes.com/babylonbeyond/2008/05/iraq-a-scarred.html

[7] http://www.slate.com/id/2092759/

[8] http://w ww.un.org/apps/news/story.asp?NewsID=26494&Cr=iraq&Cr1 =

[9] http://www.nytimes.com/2008/05/20/world/middleeast/20psychiatry.html?_r=1&oref=slogin

[10] http://www.washingtonpost.com/wp-dyn/content/article/2008/05/19/AR2008051902174_pf.html

[11] http://www.tomdispatch.com/post/2095/rebecca_solnit_on_sontag_and_tsunami

[12] http://www.napoleonguide.com/goyaind.htm

[13] http://www.amazon.com/dp/193185954X/ref=nosim/?tag=nationbooks08-20
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EL MUNDO ES UN DESASTRE TOTAL Empty 4ºLA PERDIDA DE UN SUEÑO IMPERIAL

Mensaje  Admin Lun Oct 27, 2008 10:28 pm

[14] http://en.wikipedia.org/wiki/McMurdo_Station

[15] http://www.amazon.com/dp/1560258284/ref=nosim/?tag=nationbooks08-20

[16] http://www.tomdispatch.com/post/3 273/the_best_of_tomdispatch_rebecca_solnit

[17] http://www.tomdispatch.com/post/59774/a_permanent_basis_for_withdrawal_

[18] http://news.bbc.co.uk/2/hi/americas/1547561.stm

[19] http://query.nytimes.com/gst/fullpage.html?res=9F01EEDE1E38F937A2575AC0A9679C8B63

[20] http://72.14.205.104/search?q=cache:ruMnHnl98cAJ:www.newamericancentu ry.org/RebuildingAmericasDefenses.pdf+Rebuilding+America%27s+Defenses&hl=en&ct=clnk&cd=1&gl=us

[21] http://www.defenselink.mil/transcripts/transcript.aspx?transcripti d=2217

[22] http://www.tomdispatch.com/post/2124/michael_schwartz_desolate_falluja

[23] http://www.tomdispatch.com/post/174779/michael_schwartz_the_prize_of_iraqi_oil

[24] http://www.tomdispatch.com/post/1516/adam_hochschild_on_ hubris_and_the_pseudostate

[25] http://www.salon.com/opinion/feature/2008/04/01/basra/index.html

[26] http://www.tomdi spatch.com/post/174858

[27] http://www.williambowles.info/ini/2007/0307/ini-0475.html

N. de la T.:

[*] Véase en Rebelión la traducción del artículo de Erica Goode aludido en el texto: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=67901

[**] Véase en Rebelión la traducción del artículo de Tom Engelhardt aludido:

http:// www.rebelion.org/noticia.php?id=27065

Enlace con texto original en inglés:

http://www.tomdispatch.com/post/174935/tomdispatch_michael_schwartz_the_loss_of_an_imperial_dream


principios de 2008, con la amenaza de elecciones provinciales en noviembre, había pocas dudas de que los sadristas iban a barrer en la lucha por el poder en muchas de las provincias de mayoría chií, y más especialmente en Basora, la segunda ciudad mayor de Iraq y el centro neurálgico petrolífero del sur. Para impedir esta debacle, las tropas del gobierno iraquí, apoyadas y aconsejadas por el ejército estadounidense, trataron de expulsar a los sadristas de las zonas importantes de Basora [25].

Esta utilización de la fuerza militar para impedir una derrota electoral fue sólo uno de los muchos indicios de que el gobierno iraquí estaba sintiendo la presión de la opinión pública. Otro fue la desgana del primer ministro Maliki a mantener una postura antagónica con Irán. A pesar de los fervientes esfuerzos de la administración Bush, su gobierno ha promovido relaciones económicas, sociales y religiosas entre iraquíes e iraníes. Esto incluyó facilitar las visitas a las ciudades santas de Kerbala y Nayaf de cientos de miles de peregrinos chiíes iraníes, así como el apoyo a amplias transacciones petrolíferas entre Basora y firmas iraníes que incluían la distribución y servicios de refinado con el propósito de integrar las dos economías energéticas. Las autoridades estadounidenses vetaron una relación militar formal entre los dos países, pero esto no hizo que la corriente de cooperación diera marcha atrás.

El Río de la Resistencia

Mientras la ocupación seguía adelante, la administración Bush se encontró a sí misma nadando contra una ola de resistencia de un tipo antes inimaginable y cada vez más lejos de sus objetivos. Hoy, ciudades y pueblos por todo el país están en gran medida bajo el dominio de milicias chiíes o sunníes que, incluso aunque estén entrenadas o financiadas por la ocupación, siguen oponiéndose militantemente a la presencia estadounidense. Además, aunque la postrada economía iraquí ha sido formalmente privatizada, esas milicias locales –así como los dirigentes políticos con los que trabajaban- continúan exigiendo que el gobierno financie amplios programas de desarrollo económico y reconstrucción.

El liderazgo político formal de Iraq, enclaustrado dentro de la muy fortificada y controlada por EEUU Zona Verde de Bagdad, sigue obedeciendo públicamente todo lo que se refiere a los planes de la administración Bush de transformar Iraq en un puesto de avanzada en Oriente Medio, lo que implica la presencia continuada de tropas estadounidenses en una serie de megabases [26] construidas en el corazón del país. El resto de la burocracia gubernamental y la inmensa mayoría de las organizaciones de base insisten cada vez más en una pronta fecha de salida de los estadounidenses y en una reversión total a gran escala de las políticas económicas introducidas por la ocupación.

En Washington, tanto para los políticos demócratas como para los republicanos, la idea del puesto de avanzada permanece en el corazón de la agenda política para Iraq de las elecciones de este año, junto con una economía liberal que promueva un sector petrolífero modernizado en el que las firmas multinacionales se dispondrían a utilizar tecnología de vanguardia para maximizar la paralizada producción petrolífera del país.

Sin embargo, la resistencia iraquí, de todo tipo y en todos los niveles, ha impedido que esta visión se convierta en realidad. Porque ha sido y es gracias a los iraquíes que toda la grandilocuencia de la Guerra Global contra el Terror se ha transformado en una desesperada guerra sin fin.

Pero los iraquíes han pagado un precio espantoso por esa resistencia. La invasión y las políticas sociales y económicas que la acompañaron han destruido Iraq, dejando a su pueblo en estado de indigencia absoluta. En los primeros cinco años de esta guerra inacabable, los iraquíes han sufrido más por resistir que si hubieran aceptado y soportado el dominio económico y militar estadounidense. Hayan sido o no conscientes de ello, se han sacrificado a sí mismos para impedir la proyectada marcha militar y económica de Washington por el Medio Oriente rico en petróleo camino hacia un Nuevo Siglo Americano al que no se llegará ya nunca.

Ya pasó el momento en que el resto del mundo tenía al menos que sostener una pequeña porción de la carga de la resistencia. Eso ocurrió cuando las protestas mundiales de antes de la guerra conformaron las fuentes río arriba de la futura resistencia, por eso serían ahora otros, especialmente los estadounidenses, quienes se resistirían ante la misma idea de que Iraq pudiera convertirse alguna vez en el cuartel general de una presencia permanente de EEUU que, en palabras del autor de los discursos de Bush David Frum [27], “pondría a EEUU más enteramente a cargo de la región que cualquier otra potencia desde los tiempos de los otomanos o quizá incluso desde los romanos”. Después de todo, y al contrario que los iraquíes, los ciudadanos de los EEUU están únicamente tomando posiciones para enterrar ese sueño imperial por los siglos de los siglos.

NOTAS:

Enlaces con artículos referidos por los autores:

[1] http://en.wikipedia.org/wiki/2004_Indian_Ocean_earthquake

[2] http://ap.google.com/article/ALeqM5iy-MfhL N9Q7MwtQ1VlrvexLjr2dAD90P9DG00

[3] http://news.bbc.co.uk/2/hi/asia-pacific/7414249.stm

[4] http: http://seattletimes.nwsource.com/html/nationworld/2004428062_china21.html

[5] http://www.journalism.org/node/11130

[6] http://latimesblogs.latimes.com/babylonbeyond/2008/05/iraq-a-scarred.html

[7] http://www.slate.com/id/2092759/

[8] http://w ww.un.org/apps/news/story.asp?NewsID=26494&Cr=iraq&Cr1 =

[9] http://www.nytimes.com/2008/05/20/world/middleeast/20psychiatry.html?_r=1&oref=slogin

[10] http://www.washingtonpost.com/wp-dyn/content/article/2008/05/19/AR2008051902174_pf.html

[11] http://www.tomdispatch.com/post/2095/rebecca_solnit_on_sontag_and_tsunami

[12] http://www.napoleonguide.com/goyaind.htm

[13] http://www.amazon.com/dp/193185954X/ref=nosim/?tag=nationbooks08-20

[14] http://en.wikipedia.org/wiki/McMurdo_Station

[15] http://www.amazon.com/dp/1560258284/ref=nosim/?tag=nationbooks08-20

[16] http://www.tomdispatch.com/post/3 273/the_best_of_tomdispatch_rebecca_solnit

[17] http://www.tomdispatch.com/post/59774/a_permanent_basis_for_withdrawal_

[18] http://news.bbc.co.uk/2/hi/americas/1547561.stm

[19] http://query.nytimes.com/gst/fullpage.html?res=9F01EEDE1E38F937A2575AC0A9679C8B63

[20] http://72.14.205.104/search?q=cache:ruMnHnl98cAJ:www.newamericancentu ry.org/RebuildingAmericasDefenses.pdf+Rebuilding+America%27s+Defenses&hl=en&ct=clnk&cd=1&gl=us

[21] http://www.defenselink.mil/transcripts/transcript.aspx?transcripti d=2217

[22] http://www.tomdispatch.com/post/2124/michael_schwartz_desolate_falluja

[23] http://www.tomdispatch.com/post/174779/michael_schwartz_the_prize_of_iraqi_oil

[24] http://www.tomdispatch.com/post/1516/adam_hochschild_on_ hubris_and_the_pseudostate

[25] http://www.salon.com/opinion/feature/2008/04/01/basra/index.html

[26] http://www.tomdi spatch.com/post/174858

[27] http://www.williambowles.info/ini/2007/0307/ini-0475.html

N. de la T.:

[*] Véase en Rebelión la traducción del artículo de Erica Goode aludido en el texto: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=67901

[**] Véase en Rebelión la traducción del artículo de Tom Engelhardt aludido:

http:// www.rebelion.org/noticia.php?id=27065

Enlace con texto original en inglés:

http://www.tomdispatch.com/post/174935/tomdispatch_michael_schwartz_the_loss_of_an_imperial_dream
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EL MUNDO ES UN DESASTRE TOTAL Empty GRUPOS CRIMINALES GOBIERNAN EL MUNDO

Mensaje  Admin Mar Oct 28, 2008 1:08 pm

TAMBIEN TIENE VIDEOS DE MUSICA AL FINAL
Minoría criminal
Y, a pesar de todo, seguimos hablando de reyes, banqueros, famosos supermillonarios con respeto, el respeto que le falta al trabajador

Capaces de llegar a Marte e incapaces de solventar los problemas que acucian a millones de seres que se mueren de hambre o de enfermedades, capaces de acumular miles de millones de euros en unos pocos bolsillos e incapaces de ayudar a los más pobres, capaces de vivir del cuento de unos pocos e incapaces de respetar la diferencia. Suena raro, pero estamos viviendo en una extraña burbuja de valores sin mezclarnos con la gente que a unos pocos kilómetros, o metros, nos parecen muy diferentes.

El mundo hecho a escala del ignorante, con información filtrada y utilizada para asumir la barbarie del consumismo -no importa vivir en esta zona amurallada donde nos vigilan con cámaras y miles de uniformados, con tarjetas, internet o los móviles- dicen que es el coste de vivir como privilegiados y por encima del nivel de vida de la inmensa mayoría.

Sobrevivimos a amenazas anunciadas desde los medios del poder, ataques inexistentes que surten el miedo y la situación de vivir cada día más presos por la carencia de libertades. Todo vale para protegernos del más débil pero abundante ser que es el pobre y su inconformismo, y de los miedos surgen los ataques preventivos, muchas veces racistas, o cualquier otra fobia justificable y abundante.

Las imágenes de Sudáfrica expulsando a los más pobres negros; las de Italia y su dictador; las de Bolivia, donde los clanes poderosos han organizado grupos criminales de la derecha radical que humillan al indígena o al campesino en pos de una supremacía de los clanes de la llamada Media Luna; las de Brasil con más y más selva quemada e indígenas domesticados; las de Sudán, Palestina, Myanmar, China o la de los que mueren en accidentes laborales nos hablan sólo de pobres sufriendo. No hay que equivocarse con dramas momentáneos y circunstanciales globales, los ricos siempre están lejos de estas probabilidades de violencia creada, no se mezclan en espacios comunes.

Y, a pesar de todo, seguimos hablando de reyes, banqueros, famosos supermillonarios con respeto, el respeto que le falta al trabajador que recoge nuestras mierdas, que nos pinta la casa, que pesca; al baserritarra, al operario de una cadena de producción, al que educa... ¿Estamos locos o nos aboban desde la niñez? ¿Se merece algún respeto quien mantiene este sistema o lo potencia, o quienes en su defensa utilizan más y más violencia legal?

Tenemos medios de llegar a solucionar el sufrimiento mayoritario de los pobres y el de los que sufren persecución por la minoría dominante que defiende el sistema de consumo del capitalismo criminal. Llegan incluso a ridiculizar la muerte de los trabajadores como «accidentes laborales», o nos hablan como de algo extraño y ajeno de la violencia machista, ignoran a conciencia la muerte diaria de miles de personas por injusticia social, agotan los recursos de la tierra eliminando cualquier esperanza futura a las nuevas generaciones, generan gran desigualdad y lo defienden por todos los medios.

Aún así, nos hablan de respeto, paz, libertad y progreso. Mienten y engañan a conciencia. Otros les aplauden a rabiar y siguen sus consejos.
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EL MUNDO ES UN DESASTRE TOTAL Empty EL MUNDO ES UN CAOS DE MALAS HISTORIAS

Mensaje  Admin Mar Oct 28, 2008 1:20 pm

http://www.palestinefacts.org/pf_independence_war_atrocities_arab.php
http://www.state.gov/g/drl/rls/36028.htm
http://www.washingtonpost.com/wp-dyn/content/article/2008/05/27/AR2008052703679.html?wpisrc=newsletter&sid=ST2008052803135

What the Iraq War Is About

by Paul Craig Roberts
The Bush regime has quagmired America into a sixth year of war in Afghanistan and Iraq with no end in sight. The cost of these wars of aggression is horrendous. Official U.S. combat casualties stand at 4,538 dead. Officially, 29,780 U.S. troops have been wounded in Iraq.

On April 17, 2008, AP News reported that a new study released by the RAND Corporation concludes that "some 300,000 U.S. troops are suffering from major depression or post-traumatic stress from serving in the wars in Iraq and Afghanistan, and 320,000 received brain injuries."

On April 21, 2008, OpEdNews.com reported that an internal e-mail from Gen. Michael J. Kussman, undersecretary for health at the Veterans Administration, to Ira Katz, head of mental health at the VA, confirms a McClatchy Newspaper report that 126 veterans per week commit suicide. To the extent that the suicides are attributable to the war, more than 500 deaths should be added to the reported combat fatalities each month.

Turning to Iraqi deaths, expert studies support as many as 1.2 million dead Iraqis, almost entirely civilians. Another 2 million Iraqis have fled their country, and there are 2 million displaced Iraqis within Iraq.

Afghan casualties are unknown.

Both Afghanistan and Iraq have suffered unconscionable civilian deaths and damage to housing, infrastructure, and environment. Iraq is afflicted with depleted uranium and open sewers.

Then there are the economic costs to the U.S. Nobel economist Joseph Stiglitz estimates the full cost of the invasion and attempted occupation of Iraq to be between $3 trillion and $5 trillion. The dollar price of oil and gasoline have tripled, and the dollar has lost value against other currencies, declining dramatically even against the lowly Thai baht. Before Bush launched his wars of aggression, one U.S. dollar was worth 45 baht. Today the dollar is only worth 30 baht.

The U.S. cannot afford these costs. Prior to his resignation last month, U.S. Comptroller General David Walker reported that the accumulated unfunded liabilities of the U.S. government total $53 trillion. The U.S. government cannot cover these liabilities. The Bush regime even has to borrow the money from foreigners to pay for its wars in Iraq and Afghanistan. There is no more certain way to bankrupt the country and dethrone the dollar as world reserve currency.

The moral costs are perhaps the highest. All of the deaths, injuries, and economic costs to the U.S. and its victims are due entirely to lies told by the president and vice president of the U.S., by the secretary of defense, the national security adviser, the secretary of state, and, of course, by the media, including the "liberal" New York Times. All of these lies were uttered in behalf of an undeclared agenda. "Our" government has still not told "we the people" the real reasons "our" government invaded Afghanistan and Iraq.

Instead, the American sheeple have accepted a succession of transparent lies: weapons of mass destruction, al-Qaeda connections and complicity in the 9/11 attack, overthrowing a dictator and "bringing democracy" to Iraqis.

The great, moral American people would rather believe government lies than to acknowledge the government's crimes and to hold the government accountable.

There are many effective ways in which a moral people could protest. Consider investors, for example. Clearly Halliburton and military suppliers are cleaning up. Investors flock to the stocks in order to participate in the rise in value from booming profits. But what would a moral people do? Wouldn't they boycott the stocks of the companies that are profiting from the Bush regime's war crimes?

If the U.S. invaded Iraq for any of the succession of reasons the Bush regime has given, why would the U.S. have spent $750 million on a fortress "embassy" with anti-missile systems and its own electricity and water systems spread over 104 acres? No one has ever seen or heard of such an embassy before. Clearly, this "embassy" is constructed as the headquarters of an occupying colonial ruler.

The fact is that Bush invaded Iraq with the intent of turning Iraq into an American colony. The so-called government of Maliki is not a government. Maliki is the well paid front man for U.S. colonial rule. Maliki's government does not exist outside the protected Green Zone, the headquarters of the American occupation.

If colonial rule were not the intent, the U.S. would not be going out of its way to force Sadr's 60,000-man militia into a fight. Sadr is a Shi'ite who is a real Iraqi leader, perhaps the only Iraqi who could end the sectarian conflict and restore some unity to Iraq. As such he is regarded by the Bush regime as a danger to the American puppet Maliki. Unless the U.S. is able to purchase or rig the upcoming Iraqi election, Sadr is likely to emerge as the dominant figure. This would be a highly unfavorable development for the Bush regime's hopes of establishing its colonial rule behind the facade of a Maliki fake democracy. Rather than work with Sadr in order to extract themselves from a quagmire, the Americans will be doing everything possible to assassinate Sadr.

Why does the Bush regime want to rule Iraq? Some speculate that it is a matter of "peak oil." Oil supplies are said to be declining even as demand for oil multiplies from developing countries such as China. According to this argument, the U.S. decided to seize Iraq to ensure its own oil supply.

This explanation is problematic. Most U.S. oil comes from Canada, Mexico, and Venezuela. The best way for the U.S. to ensure its oil supplies would be to protect the dollar's role as world reserve currency. Moreover, $3-5 trillion would have purchased a tremendous amount of oil. Prior to the U.S. invasions, the U.S. oil import bill was running less than $100 billion per year. Even in 2006 total U.S. imports from OPEC countries was $145 billion, and the U.S. trade deficit with OPEC totaled $106 billion. Three trillion dollars could have paid for U.S. oil imports for 30 years; $5 trillion could pay the U.S. oil bill for a half century had the Bush regime preserved a sound dollar.

The more likely explanation for the U.S. invasion of Iraq is the neoconservative Bush regime's commitment to the defense of Israeli territorial expansion. There is no such thing as a neoconservative who is not allied with Israel. Israel hopes to steal all of the West Bank and southern Lebanon for its territorial expansion. An American colonial regime in Iraq not only buttresses Israel from attack, but also can pressure Syria and Iran not to support the Palestinians and Lebanese. The Iraqi war is a war for Israeli territorial expansion. Americans are dying and bleeding to death financially for Israel. Bush's "war on terror" is a hoax that serves to cover U.S. intervention in the Middle East on behalf of "greater Israel."
https://www.youtube.com/watch?v=txitDIyxFAk
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EL MUNDO ES UN DESASTRE TOTAL Empty Sobre Iraq, Irán y Norman Finkelstein

Mensaje  Admin Mar Oct 28, 2008 2:06 pm

Sobre Iraq, Irán y Norman Finkelstein

Sobre Iraq, Irán y Norman Finkelstein



“En estos momentos estoy completamente superado por las peticiones, pero realmente me gustaría realizar esta entrevista, sólo que no sé cuándo podrá ser”, respondió Noam Chomsky –79 años, prolífico autor, lingüista, académico y disidente político– al primero de mis muchos correos electrónicos intercambiados a lo largo de seis meses. Es el más citado y probablemente el más controvertido intelectual vivo, según Global Intellectuals Poll. Si bien los medios de comunicación dominantes le niegan su espacio, el New York Times asegura que Chomsky sigue siendo uno de los intelectuales vivos más influyentes y más solicitados por estudiantes, universidades, activistas, simposiums académicos e incluso líderes mundiales, como el presidente de Venezuela, Hugo Chávez.
Mi primer encuentro con este activista académico polémico y de mala reputación se remonta a 2002, cuando moderé una sesión de preguntas y respuestas en la que participó, celebrada en mi antigua alma mater de UC California-Berkeley. (El acontecimiento educativo e informativo sería luego incluido en el libro Power and Terror: Post 9-11 Talks and Interviews ). Antes del programa, tuvimos una larga conversación de una hora, y me impresionó su inagotable memoria, su falta de afectación y el brillante resumen de datos, nombres y fechas que utilizó en respuesta a mis interminables preguntas. Cuando le pregunté cuál era su faceta dominante, académico o activista, me respondió que ninguna de las dos cosas de modo exclusivo, y me dijo que la disidencia ha sido siempre parte de él desde el primer artículo que escribió, a los diez años de edad, en el que condenaba el triunfo del fascismo durante la Guerra Civil española. Aunque la arrogancia de muchos intelectuales y académicos sólo se ve superada por su propia inseguridad, lo que da como resultado un elitismo frío y egoísta, siempre he visto en Chomsky a alguien generoso, adaptable y dispuesto a compartir su tiempo y sus conocimientos.

Así, no fue una sorpresa que después de seis meses de mensajes electrónicos, el profesor Chomsky pudiera disponer de un poco de tiempo para responder a mis preguntas, según sus propias palabras. En esta entrevista en exclusiva, Chomsky discute acerca de la amenaza de Irán, los paralelismos y diferencias entre Vietnam e Iraq, los medios de comunicación en Estados Unidos, sus críticos y detractores, Pakistán y la denegación del título de profesor numerario a Norman Finkelstein.

* * *

Ali: En 1969 usted publicó su primer trabajo político de importancia, American Power and the New Mandarins (El poder estadounidense y los nuevos mandarines) una acerada crítica de la intervención de Estados Unidos en Vietnam y el Sureste asiático. Como sabe, muchos establecen paralelos entre la actual guerra de Iraq y la de Vietnam. Otros, por supuesto, rechazan esta comparación. Usted, como persona con gran experiencia en el estudio de ambos momentos tan significativos históricamente, ¿considera que dicho paralelismo es prematuro y osado? ¿O bien cree que pueden establecerse similitudes importantes entre ambas guerras en lo que se refiere a la intervención estadounidense?

Chomsky: La primera similitud tiene que ver con el modo de considerar las guerras en Estados Unidos, y en Occidente en general. Marginales aparte, las opiniones oscilan entre lo que se conoce como halcones y palomas . En ambos casos, los halcones aseguraban que una mayor intervención de Estados Unidos podría llevar a la victoria. Las palomas, en ambos casos, participan de la opinión expresada por Barack Obama sobre Iraq (se trata de una metedura de pata estratégica que nos está resultando demasiado cara) o por el destacado historiador de centro-izquierda y asesor de Kennedy Arthur Schlesinger en 1966, cuando Vietnam aparecía ya como una aventura demasiado costosa para Estados Unidos. Schlesinger afirmó en su día: todos rogamos por que los halcones tengan razón y que un número mayor de tropas –lo que hoy se conoce como surge – traiga la victoria. Y si resulta que tenemos razón –decía– todos alabaremos la sabiduría y el liderazgo del gobierno estadounidense, que ha conseguido una victoria dejando atrás ese trágico país destripado y devastado por las bombas, quemado por el napalm y desertizado por la defoliación química, un país de ruina y escombros con su tejido político e institucional totalmente destrozado. Pero Schlesinger no creía que la escalada tuviera éxito, y sí en cambio que nos podría costar demasiado cara, lo que parecía indicar la necesidad de pensar de nuevo toda la estrategia. La posición de las palomas en relación con Iraq es bastante parecida. Si, por ejemplo, el general Petraeus pudiera conseguir algo parecido a lo que Putin ha conseguido en Chechenia sería elevado a los altares, con el aplauso de las palomas progresistas.

Es casi inconcebible, dentro de los cauces establecidos de la cultura intelectual occidental, la posibilidad de hacer una crítica de la guerra basada en cuestiones de principio, es decir, el tipo de crítica que realizamos, reflexiva y adecuadamente, cuando algún país enemigo comete una agresión: por ejemplo, cuando Rusia invadió Checoslovaquia, Afganistán o Chechenia. No criticamos estas acciones por razones de costo, error, metedura de pata o empantanamiento. En cambio, las condenamos como horrendos crímenes de guerra, tanto si tienen éxito como si no.

En sí mismas, las guerras de Vietnam e Iraq, sin embargo, son muy diferentes por sus motivos y carácter. Vietnam no tenía ningún valor para Estados Unidos por sí mismo, aunque el presidente Eisenhower intentase conseguir apoyo a su violación de los acuerdos de paz de Ginebra recurriendo a los recursos disponibles en aquel país, de estaño y caucho. Si Vietnam hubiera desaparecido del mapa, hundido en el mar, no hubiera significado gran cosa para los planificadores estadounidenses. Iraq es algo totalmente distinto. Tiene, probablemente, las segundas mayores reservas petrolíferas del mundo, con la particularidad añadida de que son de fácil extracción: no hay permafrost ni arenas bituminosas. Y además se halla exactamente en el centro geográfico mundial de los mayores recursos energéticos mundiales, fácilmente explotables.

En el caso de Vietnam, la preocupación consistía en que un desarrollo independiente exitoso de este país podía ser un virus que ampliara el contagio a otros, si aceptamos la retórica de Henry Kissinger en relación con el socialismo democrático en Chile. Este razonamiento ha sido el motivo primero de intervención militar y subversión en todo el mundo desde la II Guerra Mundial, la versión racional de la teoría del dominó . El contagio consiste en que otros que sufren similares fatigas puedan ver en un desarrollo independiente exitoso un modelo, y puedan intentar seguir por esta misma vía, con lo que se erosionaría el sistema de dominación. Por ello, hasta el más pequeño y débil país plantea una amenaza extrema al orden.

Los asuntos internacionales son en gran medida como los asuntos mafiosos: un Padrino no puede tolerar la desobediencia, ni siquiera la de un pequeño tendero que se niegue a pagar la protección, porque la manzana podría llegar a pudrir el barril entero , en la terminología de los planificadores estadounidenses: aquí la podredumbre consiste en un desarrollo independiente exitoso, al margen del control estadounidense. Se temía que Vietnam pudiera infectar a sus vecinos, como Indonesia, con sus ricos recursos. Y que Japón –que el destacado historiador de Asia John Dower llamaba el superdominó – pudiera acomodarse a un Asia Oriental independiente, convirtiéndose con ello en su centro industrial y tecnológico, haciendo realidad el nuevo orden que el Japón fascista había intentado construir por la fuerza durante la II Guerra Mundial. Estados Unidos no estaba dispuesto a perder la fase del Pacífico de la II Guerra Mundial unos pocos años después.

Cuando se teme que el contagio pueda extenderse es preciso destruir el virus e inocular a los que pudieran infectarse. Y esta operación se hizo. Vietnam sufrió una casi total destrucción (igual que toda Indochina, cuando EE UU extendió su guerra a Laos y Camboya). A finales de 1960 era evidente que nunca podría ser modelo para nadie, y que la mera supervivencia sería providencial. Y la región fue inoculada mediante la imposición de tiranos asesinos: Suharto en Indonesia, Marcos en Filipinas, etcétera. El golpe militar de Suharto en 1965 fue particularmente importante, y fue descrito con toda precisión: el New York Times afirmó que se trataba de un “asesinato masivo espeluznante” –y también como “un rayo de luz en Asia”–, en unos momentos en que el ejército del dictador asesinaba a un número estimado de un millón de personas, en su mayor parte campesinos sin tierras; destruía el único partido político popular de masas del país, un partido de los pobres, como lo describió el especialista australiano Harold Crouch; y abría la puerta de los ricos recursos del país a su explotación por las corporaciones occidentales. La euforia ni siquiera se disimuló. Retrospectivamente, el asesor de seguridad nacional de Kennedy y Johnson McGeorge Bundy afirmó que Estados Unidos podía haber puesto fin a la guerra de Vietnam en 1965, después de esta gran victoria de la libertad y la justicia.

Estados Unidos consiguió una significativa victoria en Indochina, aunque no consiguió su objetivo máximo: instalar un Estado satélite. Por consiguiente, para la conciencia imperial, la guerra de Vietnam fue un desastre .

Como he dicho, Iraq es otra cosa. Es demasiado valioso para destruirlo. Es fundamental que permanezca bajo el control de EE UU, en la medida de todo lo posible, en forma de Estado satélite obediente que albergue importantes bases militares estadounidenses. Siempre fue evidente que éste era el objetivo primero de la invasión, pero ahora ya no hay siquiera que discutirlo. Estos planes los ha hecho explícitos el gobierno de Bush con su declaración de noviembre de 2007 y posteriores afirmaciones, acompañadas de la descarada exigencia de que las grandes corporaciones estadounidenses del petróleo tengan acceso privilegiado a las enormes reservas de crudo de Iraq.

Ali: Parece que el público estadounidense ha descubierto por fin, después de 60 años, la existencia de Pakistán. ¿Es sincero el general Musharraf cuando afirma querer reconstituir la democracia en su país? Concretamente, ¿por qué Estados Unidos confía en Musharraf más que en otros rivales potenciales, como Bhutto y Zardari del PPP, Nawaaz Sharif, etc., en su guerra contra el terrorismo y su busca y captura de Bin Laden?

Chomsky: No debemos perder el tiempo valorando las intenciones de Musharraf de reconstituir la democracia. Estados Unidos lo ha apoyado tanto tiempo como ha podido, del mismo modo que apoyo a otros tiranos, como Zia ul-Haq. La elección de un determinado aliado se realiza siguiente un criterio muy simple: se trata de buscar el satélite más leal, aquél que más nos asegure que va a obedecer órdenes. A pesar de alguna excepción ocasional, la uniformidad es impresionante.

Ali: Recientemente, un informe de los servicios secretos de EE UU afirmaba que Irán había puesto fin con éxito un programa de armas nucleares hace cuatro años. Irán mantiene que en realidad nunca tuvo un programa de este tipo. No obstante, el presidente Bush, el presidente israelí Olmert y altos cargos de Washington aseguran que Irán sigue siendo una gran amenaza y que persigue la obtención de armas nucleares. ¿Son sostenibles estas opiniones de EE UU e Israel? Y si no lo son, ¿a qué se debe la retórica de enfrentamiento con Irán, y de qué modo favorece la política exterior de EE UU en la región de Oriente Próximo?
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EL MUNDO ES UN DESASTRE TOTAL Empty 2ºSobre Iraq, Irán y Norman Finkelstein

Mensaje  Admin Mar Oct 28, 2008 2:06 pm

Chomsky: Estas afirmaciones debería evaluarlas la Agencia Internacional de Energía Atómica. Yo, por supuesto, no tengo ningún conocimiento especial. No sería tan sorprendente que se descubriese que Irán tiene algún tipo de programa de armas nucleares, junto quizás a planes de emergencia. Las razones las expuso uno de los más importantes historiadores de Israel, Martin van Creveld, cuando dijo que Irán estaría completamente loco si no desarrollase un arma de disuasión nuclear en las actuales circunstancias: con las fuerzas hostiles de una superpotencia violenta en dos de sus fronteras, y una potencia regional hostil (Israel) que dispone de cientos de armas nucleares clamando por un cambio de régimen en Irán. No obstante, las pruebas disponibles indican que si este país tuvo un programa así, le puso fin hace algunos años.

Desde la perspectiva estadounidense, Irán cometió un grave crimen en 1979. Como es sabido, en 1953 Estados Unidos y el Reino Unido desmantelaron la democracia parlamentaria iraní e instalaron a un brutal tirano, el Sha, que fue un baluarte del control estadounidense de la rica región petrolífera hasta 1979, cuando fue depuesto tras un levantamiento popular. Se trataba de un caso bastante parecido al derrocamiento del dictador Batista en Cuba en 1959, y a otros actos de desafío exitoso a los principios de Washington, según el término acuñado en sus documentos internos. El Padrino no puede tolerar un desafío exitoso . Es una amenaza demasiado grande a lo que llaman estabilidad, es decir, a la obediencia a los amos.

La independencia iraní no es un problema menor. Amenaza el control estadounidense de uno de los botines más valiosos del mundo, el petróleo de Oriente Próximo. Como consecuencia, desde 1979 Estados Unidos ha sido duramente hostil hacia Irán. Washington respaldó el feroz y mortífero ataque de Sadam Hussein contra Irán, e incluso una vez terminada la guerra siguió apoyando a este aliado hasta el punto de invitar a ingenieros nucleares iraquíes a recibir formación avanzada para el desarrollo de armas nucleares en 1989. Más tarde, promulgó graves sanciones contra Irán, a la vez que profería con frecuencia amenazas de atacar a este país y derrocar su gobierno.

Y así hasta hoy. En estas fechas, 15 de junio de 2008, la agencia de noticias Reuters informa lo siguiente: “Los analistas estiman que si se ofrecen a Irán garantías de seguridad –una idea lanzada por Rusia– se pondría fin al punto muerto actual, considerando que estas garantías constituyen el objetivo fundamental de Irán dada la política de Bush de cambio de régimen hacia este país. Pero Estados unidos afirmó, el pasado mes, que las grandes potencias no tenían planes de compromiso en materia de seguridad con Teherán.”

En pocas palabras, EE UU insiste en mantener su actitud de Estado fuera de la ley, rechazando los principios fundamentales del Derecho Internacional, entre otros la Carta de las Naciones Unidas, que prohibe el uso de la fuerza en los asuntos internacionales. Bush cuenta con el apoyo de los dos principales candidatos presidenciales para 2008 y el de las élites de EE UU y Europa, aunque no con el de la opinión pública estadounidense, que apoya con gran diferencia la diplomacia y se opone a las amenazas de guerra. Pero la opinión pública es en gran medida irrelevante a la hora de elaborar las políticas, y no sólo en este caso.

La clase política, en toda su amplitud y con raras excepciones, está comprometida con el mantenimiento del control estadounidense de los principales recursos energéticos del mundo, y con el castigo de los desafíos exitosos . Por consiguiente, EE UU ha hecho grandes esfuerzos por movilizar una alianza contra Irán entre los Estados suníes de la región, aunque sin mucho éxito. Los dos viajes de Bush a Arabia Saudí, a comienzos de 2008, fueron en este sentido fracasos sin paliativos. La prensa saudí, normalmente muy comedida con los visitantes importantes, condenó las políticas propuestas por Bush y la secretaria de Estado, Condoleezza Rice, como “no una diplomacia en busca de la paz, sino una locura en busca de la guerra.” Las monarquías del Golfo Pérsico no son amigas de Irán, pero aparentemente prefieren el acomodo a la confrontación, lo que constituye un duro golpe a las políticas estadounidenses. Washington se halla ante problemas similares en Iraq y Líbano. En un segundo plano existe una preocupación más profunda: que los países productores de energía de la región puedan volverse hacia el Este, e incluso que sigan el ejemplo de Irán de establecer vínculos con la Organización de Cooperación de Shanghai (1), en la que India, Pakistán e Irán gozan del estatuto de observadores, estatuto que se le ha negado a Washington.

Ali: El conflicto entre suníes y chiíes se ha agravado sensiblemente estos últimos años, en particular en Iraq, debido a la creciente insurgencia y la guerra civil desatada por la caída de Sadam Hussein y el vacío de poder subsiguiente. ¿Cree usted que este conflicto, suní-chíta, puede extenderse a todo Oriente Próximo, y si es así cómo, en particular en países como Iraq, Irán y Líbano, y en relación a la guerra contra el terrorismo? ¿Vamos a ser testigos de más actos terroristas, más extremismo y más antiamericanismo, o podrá este divide y vencerás ayudar a las fuerzas estadounidenses y las políticas extranjeras a pacificar la región?

Chomsky: Según estudios sobre la opinión pública iraquí realizados por el Pentágono, los conflictos sectarios de Iraq no fueron causados “por la caída de Sadam Hussein y el vacío de poder subsiguiente”, sino por la agresión estadounidense. Si me permite citar el resumen publicado por el Washington Post de los documentos del Pentágono publicados en diciembre de 2007, dice así: “Iraquíes de todos los grupos sectarios y étnicos creen que la invasión militar estadounidense es la raíz primera de las violentas diferencias entre ellos, y consideran que la salida de las fuerzas de ocupación es clave para la reconciliación nacional.” Como he dicho, Estados Unidos no ha tenido mucho éxito en su inspiración de un conflicto regional entre suníes y chiíes, aunque las tensiones entre ellos sean bien reales e inquietantes. La invasión de Iraq ha potenciado los actos de terrorismo mucho más de lo que hubiera podido pensarse de antemano, llegando algunas estimaciones, como las realizadas por los especialistas en terrorismo Peter Bergen and Paul Cruickshank tras el análisis de cifras cuasi oficiales, a considerar que se ha multiplicado por siete. Lo que vaya a suceder a continuación depende en no escasa medida de cuáles vayan a ser las políticas estadounidenses, si bien hay también muchos factores internos propios de esta compleja región.

Ali: El 20 de septiembre de 2006 el presidente venezolano, Hugo Chávez, promocionó su libro Hegemony or Survival: America's Quest for Global Dominance (2) en la Asamblea General de las Naciones Unidas, y lo elogió por demostrar que el mayor peligro para la paz mundial es en estos momentos Estados Unidos. Inmediatamente, hubo un gran alboroto en los medios de comunicación. Usted, por su parte, rechazó las demandas de entrevistas porque en su opinión los entrevistadores ni siquiera se habían molestado en leer el libro y discutir su contenido, y estaban en cambio buscando sensacionalismo. ¿Hay en los medios de comunicación estadounidenses un lugar para el periodismo informativo y educativo, y para la información contrastada que no esté teñida de sensacionalismo o retórica promocional? ¿Permite la aparición de Internet –los blogs, YouTube, los webzines, etc.– contrarrestar lo que usted ha llamado la fabricación del consenso , consistente en que organismos poderosos, como las grandes corporaciones y el gobierno estadounidenses suministren a los medios y al público información preparada y propaganda y medias verdades adecuadas?

Chomsky: Si tuviera que limitarme a un único diario, elegiría el New York Times, aunque he escrito centenares de páginas en las que documento en detalle sus falsas representaciones, distorsiones y cruciales omisiones al servicio del poder. Y lo haría por su importancia y recursos superiores a los demás. Se aprende mucho con una lectura atenta y crítica de los medios de comunicación dominantes, aunque hay otras fuentes también valiosas. Internet permite acceder a una gran variedad de información, opinión e interpretación. Pero, como cualquier otra fuente, es útil a condición de que se utilice de un modo discriminado y reflexivo. Los mejores biólogos no son aquellos que más han publicaciones técnicas de su ámbito han leído, sino aquellos que disponen de un marco de comprensión que les permite seleccionar lo que puede ser significativo, aunque por lo demás un determinado documento sea de poco valor. Este mismo tipo de discernimiento es necesario en el estudio de los asuntos humanos.

Ali: Sus críticos –y los hay en gran número– afirman que su retórica e ideología parece un disco rayado: una interminable letanía y un rollo de ataques repetitivos a la política exterior estadounidense, y a sus acciones militares. ¿Cómo responde usted a los críticos que afirman que su descripción de la política exterior de EE UU es simplista y cínica? ¿Es realmente Estados Unidos un imperio del mal? ¿No hay casos en que la intervención estadounidense o su ayuda haya respondido a criterios altruistas, siguiendo los ideales de la Constitución?

Chomsky: Este tipo de crítica que señala se le ha hecho a los disidentes de casi todas las sociedades en la historia de la Humanidad, por lo que no hay que hacerle ningún caso. Si los críticos tienen argumentos y pruebas, con gusto las estudiaré, en este ámbito como en cualquier otro. Cuando lo único que hay son rabietas del tipo de las que usted señala, podemos descartarlas como nuevos ejemplos de lo que el creador de la teoría de las relaciones internacionales realistas, Hans Morgenthau, llamó “nuestra conformista obediencia a los que detentan el poder”, refiriéndose a los intelectuales estadounidenses –y a los occidentales en general–, sin perjuicio de las eventuales excepciones. Yo no respondo a estas acusaciones de que describo a Estados Unidos como un imperio del mal , porque esta acusación es un montaje infantil por parte de apologistas desesperados del poder estatal. De hecho, suelo hacer hincapié en que Estados Unidos es como cualquier otro sistema de poder. Es cierto que esta afirmación les resulta intolerable a nuestros nacionalistas, que insisten en el excepcionalismo de EE UU, del mismo modo que a los líderes políticos y las clases intelectuales en otros Estados poderosos, pasados y presentes, con mucha frecuencia. En cuanto al carácter genuinamente altruista de nuestras intervenciones, es difícil hallar ejemplos en el pasado, tal como la investigación histórica demuestra, aunque, por supuesto, cada intervención se presenta como altruista por parte de sus perpetradores, por muy monstruosos que sean. La imagen es más ambigua en lo relativo a la ayuda, pero no muy diferente cuando la observamos en detalle, y se ajusta también a un universal histórico, como he dicho.

Ali: En su opinión, ¿el veto que la Universidad DePaul impuso al nombramiento como numerario del profesor Norman Finkelstein por su mordaz crítica y refutación del libro de Alan Dershowitz Case for Israel es indicativa del clima de honradez e integridad intelectual en Estados Unidos? ¿Es acaso un aviso a los académicos e intelectuales que no se ajustan a las consignas y cuestionan abiertamente la ideología que defienden los poderosos grupos de intereses y lobbies? O bien, ¿es sólo un incidente aislado que no tiene más implicaciones en relación con el ambiente intelectual post 11 de septiembre?

Chomsky: El comportamiento de la Universidad DePaul al rechazar la recomendación de los profesores para el nombramiento numerario de Finkelstein fue por supuesto deplorable, pero este caso no puede generalizarse. Tiene rasgos específicos, en particular el papel del desesperado y fanático profesor de la Facultad de Derecho de Harvard Alan Dershowitz. Finkelstein demostró con impecable rigor académico que Dershowitz es un difamador, un mentiroso y un vulgar apologista de los crímenes del Estado que defiende. En un primer momento, éste removió cielo y tierra para impedir la publicación del escrito de Finkelstein, y tras su fracaso lanzó una cruzada histérica para intentar suprimir su contenido. No es un idiota y sabe que no puede dar respuesta en términos de hechos y argumentos, de modo que recurrió a lo que le es habitual: una retahíla de ataques e insultos y una extraordinaria campaña de intimidación a la que sucumbió al final la dirección de la Universidad, aparentemente por temor a la eventual movilización de sus patrocinadores. Esta depravada actuación ha sido analizada con ajustado detalle en publicaciones apropiadas, como Chronicle of Higher Education , y no voy a extenderme más aquí.

Es cierto que hay iniciativas importantes para impedir un debate honesto e independiente de los asuntos de Oriente Próximo, en particular los relativos a Israel. No obstante, éste es un caso especial que no tiene nada que ver con el ambiente intelectual posterior al 11 de septiembre.

__________________

Wajahat Ali es ciudadano pakistaní y estadounidense, musulmán, autor teatral, ensayista, humorista y abogado, cuya obra The Domestic Crusaders (Los cruzados del interior) es la primera obra teatral que trata de los musulmanes estadounidenses en el periodo post 11 de Septiembre.

S. Seguí pertenece a los colectivos de Rebelión y Cubadebate.

Esta traducción se puede reproducir libremente a condición de respetar su integridad y mencionar el nombre del autor y el del traductor, y la fuente.

http://www.counterpunch.com/waj06172008.html
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Mensaje  Admin Miér Oct 29, 2008 3:03 am

Minoría criminal
Y, a pesar de todo, seguimos hablando de reyes, banqueros, famosos supermillonarios con respeto, el respeto que le falta al trabajador

Capaces de llegar a Marte e incapaces de solventar los problemas que acucian a millones de seres que se mueren de hambre o de enfermedades, capaces de acumular miles de millones de euros en unos pocos bolsillos e incapaces de ayudar a los más pobres, capaces de vivir del cuento de unos pocos e incapaces de respetar la diferencia. Suena raro, pero estamos viviendo en una extraña burbuja de valores sin mezclarnos con la gente que a unos pocos kilómetros, o metros, nos parecen muy diferentes.

El mundo hecho a escala del ignorante, con información filtrada y utilizada para asumir la barbarie del consumismo -no importa vivir en esta zona amurallada donde nos vigilan con cámaras y miles de uniformados, con tarjetas, internet o los móviles- dicen que es el coste de vivir como privilegiados y por encima del nivel de vida de la inmensa mayoría.

Sobrevivimos a amenazas anunciadas desde los medios del poder, ataques inexistentes que surten el miedo y la situación de vivir cada día más presos por la carencia de libertades. Todo vale para protegernos del más débil pero abundante ser que es el pobre y su inconformismo, y de los miedos surgen los ataques preventivos, muchas veces racistas, o cualquier otra fobia justificable y abundante.

Las imágenes de Sudáfrica expulsando a los más pobres negros; las de Italia y su dictador; las de Bolivia, donde los clanes poderosos han organizado grupos criminales de la derecha radical que humillan al indígena o al campesino en pos de una supremacía de los clanes de la llamada Media Luna; las de Brasil con más y más selva quemada e indígenas domesticados; las de Sudán, Palestina, Myanmar, China o la de los que mueren en accidentes laborales nos hablan sólo de pobres sufriendo. No hay que equivocarse con dramas momentáneos y circunstanciales globales, los ricos siempre están lejos de estas probabilidades de violencia creada, no se mezclan en espacios comunes.

Y, a pesar de todo, seguimos hablando de reyes, banqueros, famosos supermillonarios con respeto, el respeto que le falta al trabajador que recoge nuestras mierdas, que nos pinta la casa, que pesca; al baserritarra, al operario de una cadena de producción, al que educa... ¿Estamos locos o nos aboban desde la niñez? ¿Se merece algún respeto quien mantiene este sistema o lo potencia, o quienes en su defensa utilizan más y más violencia legal?

Tenemos medios de llegar a solucionar el sufrimiento mayoritario de los pobres y el de los que sufren persecución por la minoría dominante que defiende el sistema de consumo del capitalismo criminal. Llegan incluso a ridiculizar la muerte de los trabajadores como «accidentes laborales», o nos hablan como de algo extraño y ajeno de la violencia machista, ignoran a conciencia la muerte diaria de miles de personas por injusticia social, agotan los recursos de la tierra eliminando cualquier esperanza futura a las nuevas generaciones, generan gran desigualdad y lo defienden por todos los medios.

Aún así, nos hablan de respeto, paz, libertad y progreso. Mienten y engañan a conciencia. Otros les aplauden a rabiar y siguen sus consejos.
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EL MUNDO ES UN DESASTRE TOTAL Empty EL MUNDO ES UN CAOS DE MALAS HISTORIAS

Mensaje  Admin Miér Oct 29, 2008 3:09 am

http://www.palestinefacts.org/pf_independence_war_atrocities_arab.php
http://www.state.gov/g/drl/rls/36028.htm
http://www.washingtonpost.com/wp-dyn/content/article/2008/05/27/AR2008052703679.html?wpisrc=newsletter&sid=ST2008052803135

What the Iraq War Is About

by Paul Craig Roberts
The Bush regime has quagmired America into a sixth year of war in Afghanistan and Iraq with no end in sight. The cost of these wars of aggression is horrendous. Official U.S. combat casualties stand at 4,538 dead. Officially, 29,780 U.S. troops have been wounded in Iraq.

On April 17, 2008, AP News reported that a new study released by the RAND Corporation concludes that "some 300,000 U.S. troops are suffering from major depression or post-traumatic stress from serving in the wars in Iraq and Afghanistan, and 320,000 received brain injuries."

On April 21, 2008, OpEdNews.com reported that an internal e-mail from Gen. Michael J. Kussman, undersecretary for health at the Veterans Administration, to Ira Katz, head of mental health at the VA, confirms a McClatchy Newspaper report that 126 veterans per week commit suicide. To the extent that the suicides are attributable to the war, more than 500 deaths should be added to the reported combat fatalities each month.

Turning to Iraqi deaths, expert studies support as many as 1.2 million dead Iraqis, almost entirely civilians. Another 2 million Iraqis have fled their country, and there are 2 million displaced Iraqis within Iraq.

Afghan casualties are unknown.

Both Afghanistan and Iraq have suffered unconscionable civilian deaths and damage to housing, infrastructure, and environment. Iraq is afflicted with depleted uranium and open sewers.

Then there are the economic costs to the U.S. Nobel economist Joseph Stiglitz estimates the full cost of the invasion and attempted occupation of Iraq to be between $3 trillion and $5 trillion. The dollar price of oil and gasoline have tripled, and the dollar has lost value against other currencies, declining dramatically even against the lowly Thai baht. Before Bush launched his wars of aggression, one U.S. dollar was worth 45 baht. Today the dollar is only worth 30 baht.

The U.S. cannot afford these costs. Prior to his resignation last month, U.S. Comptroller General David Walker reported that the accumulated unfunded liabilities of the U.S. government total $53 trillion. The U.S. government cannot cover these liabilities. The Bush regime even has to borrow the money from foreigners to pay for its wars in Iraq and Afghanistan. There is no more certain way to bankrupt the country and dethrone the dollar as world reserve currency.

The moral costs are perhaps the highest. All of the deaths, injuries, and economic costs to the U.S. and its victims are due entirely to lies told by the president and vice president of the U.S., by the secretary of defense, the national security adviser, the secretary of state, and, of course, by the media, including the "liberal" New York Times. All of these lies were uttered in behalf of an undeclared agenda. "Our" government has still not told "we the people" the real reasons "our" government invaded Afghanistan and Iraq.

Instead, the American sheeple have accepted a succession of transparent lies: weapons of mass destruction, al-Qaeda connections and complicity in the 9/11 attack, overthrowing a dictator and "bringing democracy" to Iraqis.

The great, moral American people would rather believe government lies than to acknowledge the government's crimes and to hold the government accountable.

There are many effective ways in which a moral people could protest. Consider investors, for example. Clearly Halliburton and military suppliers are cleaning up. Investors flock to the stocks in order to participate in the rise in value from booming profits. But what would a moral people do? Wouldn't they boycott the stocks of the companies that are profiting from the Bush regime's war crimes?

If the U.S. invaded Iraq for any of the succession of reasons the Bush regime has given, why would the U.S. have spent $750 million on a fortress "embassy" with anti-missile systems and its own electricity and water systems spread over 104 acres? No one has ever seen or heard of such an embassy before. Clearly, this "embassy" is constructed as the headquarters of an occupying colonial ruler.

The fact is that Bush invaded Iraq with the intent of turning Iraq into an American colony. The so-called government of Maliki is not a government. Maliki is the well paid front man for U.S. colonial rule. Maliki's government does not exist outside the protected Green Zone, the headquarters of the American occupation.

If colonial rule were not the intent, the U.S. would not be going out of its way to force Sadr's 60,000-man militia into a fight. Sadr is a Shi'ite who is a real Iraqi leader, perhaps the only Iraqi who could end the sectarian conflict and restore some unity to Iraq. As such he is regarded by the Bush regime as a danger to the American puppet Maliki. Unless the U.S. is able to purchase or rig the upcoming Iraqi election, Sadr is likely to emerge as the dominant figure. This would be a highly unfavorable development for the Bush regime's hopes of establishing its colonial rule behind the facade of a Maliki fake democracy. Rather than work with Sadr in order to extract themselves from a quagmire, the Americans will be doing everything possible to assassinate Sadr.

Why does the Bush regime want to rule Iraq? Some speculate that it is a matter of "peak oil." Oil supplies are said to be declining even as demand for oil multiplies from developing countries such as China. According to this argument, the U.S. decided to seize Iraq to ensure its own oil supply.

This explanation is problematic. Most U.S. oil comes from Canada, Mexico, and Venezuela. The best way for the U.S. to ensure its oil supplies would be to protect the dollar's role as world reserve currency. Moreover, $3-5 trillion would have purchased a tremendous amount of oil. Prior to the U.S. invasions, the U.S. oil import bill was running less than $100 billion per year. Even in 2006 total U.S. imports from OPEC countries was $145 billion, and the U.S. trade deficit with OPEC totaled $106 billion. Three trillion dollars could have paid for U.S. oil imports for 30 years; $5 trillion could pay the U.S. oil bill for a half century had the Bush regime preserved a sound dollar.

The more likely explanation for the U.S. invasion of Iraq is the neoconservative Bush regime's commitment to the defense of Israeli territorial expansion. There is no such thing as a neoconservative who is not allied with Israel. Israel hopes to steal all of the West Bank and southern Lebanon for its territorial expansion. An American colonial regime in Iraq not only buttresses Israel from attack, but also can pressure Syria and Iran not to support the Palestinians and Lebanese. The Iraqi war is a war for Israeli territorial expansion. Americans are dying and bleeding to death financially for Israel. Bush's "war on terror" is a hoax that serves to cover U.S. intervention in the Middle East on behalf of "greater Israel."
http://es.youtube.com/watch?v=txitDIyxFAk
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EL MUNDO ES UN DESASTRE TOTAL Empty Las ONG esperan que Zapatero asista personalmente a la firma del Tratado contra las Bombas de Racimo

Mensaje  bayazid Lun Nov 03, 2008 2:11 am

EL MUNDO ES UN DESASTRE TOTAL 4b63d82465d9f7e77dbd139cm3

Las ONG esperan que Zapatero asista personalmente a la firma del Tratado contra las Bombas de Racimo
Las organizaciones no gubernamentales Fundació per la Pau, Greenpeace, Justicia y Paz y el Moviment per la Pau expresaron hoy su deseo de que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, asista personalmente al acto protocolario de la firma del Tratado Internacional para la prohibición de las Bombas de Racimo, que se celebrará en Oslo el próximo 3 de diciembre.

MADRID, 2 (EUROPA PRESS)

Las organizaciones no gubernamentales Fundació per la Pau, Greenpeace, Justicia y Paz y el Moviment per la Pau expresaron hoy su deseo de que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, asista personalmente al acto protocolario de la firma del Tratado Internacional para la prohibición de las Bombas de Racimo, que se celebrará en Oslo el próximo 3 de diciembre.

El pasado mes de mayo, 107 Gobiernos de todo el mundo adoptaron por consenso un acuerdo que prohíbe, a partir de la entrada en vigor del Tratado, la fabricación, uso, posesión, venta y transferencias de las bombas de racimo que causan un daño inaceptable a la población civil. Una vez firmado en Oslo, el Tratado necesitará la posterior ratificación de un mínimo de 30 Estados para su entrada en vigor.

El próximo 3 de diciembre finalizará "la cuenta atrás" para que "más de medio centenar de países estampen su firma en el Tratado Internacional para la prohibición de las Bombas de Racimo", afirmaron las cuatro organizaciones en un comunicado. "Ese día empezará en Oslo la cumbre en la que se firmará el texto con los acuerdos tomados en la Conferencia de Dublín del pasado mes de mayo", prosiguieron.

Las organizaciones celebran "que el Gobierno español, a pesar de ciertas vacilaciones en la Conferencia de Dublín, haya dado un paso firme y convencido que le llevó, el pasado mes de julio, a aprobar una moratoria unilateral sobre uso, producción, almacenamiento, compra y transferencias de este tipo de explosivos".

"El acuerdo, que fue presentado en el Parlamento por la ministra Carme Chacón, contempla unos plazos y compromisos que, de respetarse, situaría al Gobierno español entre los países líderes en cumplir y implementar este proceso, incluso antes de haberlo firmado y ratificado formalmente", prosigue el comunicado.

"En sintonía con estos compromisos, las organizaciones esperan que sea el propio presidente del gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, el que acuda a la capital noruega el próximo 3 de diciembre y que corrobore con su firma el compromiso del Gobierno español en este proceso de creación de un nuevo régimen internacional en materia de desarme", añade.

EL 98 POR CIENTO DE LAS VÍCTIMAS SON CIVILES

La Coalición Internacional contra las bombas de racimo (CMC en sus siglas en inglés) está desplegando una intensa actividad estos últimos meses, según el comunicado. Así, hasta la cumbre de Oslo, se están realizando diversas Conferencias regionales con la intención de conseguir que el máximo número de países estén presentes en la capital noruega. Este es el objetivo de las Conferencias regionales de Sofía, Bulgaria, Uganda y Laos y de otras que se harán, como la prevista en Ecuador o Líbano.

Las bombas en racimo son grandes contenedores que, al ser lanzados, dispersan decenas o centenares de submuniciones. "Éstas, que a primera vista pueden parecer simples latas de refrescos, son en realidad cargas explosivas que quedan esparcidas por amplias zonas, en muchos casos habitadas por población civil", aseguraron las organizaciones.

"De hecho, el 98 por ciento de las victimas que producen estos artefactos son civiles", añadieron. "Por consiguiente estamos ante un Tratado que, sin lugar a dudas, marcará un avance en la defensa y vigencia del Derecho Internacional Humanitario", concluyó el comunicado.
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Mensaje  Swiderska Jue Ene 01, 2009 1:27 am

Swiderska
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Mensaje  Swiderska Jue Ene 01, 2009 1:38 am



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